Si bien es cierto que en la escuela Normal de Tecámac tenemos contados casos de deserción y rezago, es muy cierto que la tutoría puede alertarnos en otras situaciones de carácter académico como lo es la comprensión lectora, me parece que la lectura aporta elementos valiosos como el conocimiento de las características y el comportamiento de la población estudiantil, ya que en ello radica la eficacia y efectividad de las estrategias que se determinen para poder dar solución a las deficiencias de los estudiantes; sin embargo, conocerlos o bien saber su comportamiento puede llevarnos grandes cantidades de tiempo si no se establecen criterios específicos para llegar al fin y además se corre el riesgo que al momento de evaluar dejemos todo en manos del contexto, evitando una solución objetiva al problema, si bien es cierto este es desde mi punto de vista el riesgo que se corre al considerar los factores que influyen en la formación de los estudiantes: escudarnos en que no podemos hacer nada por el contexto en el que se desarrolla el estudiante.
Desde otro punto de vista puede ser que el conocimiento individual de un alumno nos brinde luz verde para poder instaurar estrategias pertinentes a su estilo de aprendizaje, pero aun asi se corre el riesgo de solo apoyar en el momento y no de manera trascendental.
Lo cierto es que si podemos apoyar de manera académica a los alumnos para identificar las causas que intervienen en el éxito o fracaso escolar, lo que proporciona un panorama positivo para las instituciones de educación superior que pretenden elevar el nivel académico a través del programa de tutorías. Una de las brechas a seguir es apoyar los procesos de: una metodología de estudio y trabajo sobre los temas de mayor dificultad a través del establecimiento mutuo de un clima de confianza que permita conocer una parte personal de cómo piensa y siente su estancia durante su formación inicial en la escuela normal.
Pienso que el verdadero reto de la tutoría en la Esc. Normal de Tecámac es que nosotros como profesores aprendamos a ver la tutoria como un proceso inherente a la profesión y no como algo separado o como un numero frio de alumnos mas que atender, tenemos que estar conscientes de que tratamos con humanos como nosotros ni mas ni menos simplemente diferentes.
Lina Xochitl García Sanchez
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